Poemas, Frases Celebres y Citas Literarias
A.-
¡Piu Avanti!
No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo
que amaina su plumaje al menor ruido.
Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...
Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!
No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo
que amaina su plumaje al menor ruido.
Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...
Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!
B.-
¡Bienvenida de Dios, Hermana Muerte!
No te veo llegar, pero, oigo dentro
de mí mismo, tu paso vigilante,...
eterno centinela del silencio.
Sigo tu leve brisa silenciosa,
degollado rosal en duro invierno,
llama rota en luciérnagas fugaces,
como escombros de luna entre los pétalos…
Presiento tu altanoche sin distancias
en un cielo infinito sin luceros,
que nos llama con trágica ternura
desde el fondo de niebla de un espejo…
Cómo se abre tu sombra sin pupilas,
sin ayer ni mañana ni recuerdo,
con sólo un hoy de eternidad sin nombre
y un inmenso sepulcro de universo.
Cómo insurge tu noche pavorosa
con ángeles de niebla y de misterio,
en el ala de cisnes enlutados,
cisnes en vuelo de huracanes de ébano.
Novia mía, de todos, como el aire,
desde invisible campanario trémulo,
me llega inexorable tu recado
en voz de soledad y helado viento…
Yo siento que me rondas. Vas conmigo,
nave de humo sin puertos y sin tiempo,
para el viaje de estrellas apagadas,
con libro de bitácora de duelo…
Palabras de tiniebla, oscuros signos,
que no pueden leer mis ojos ciegos,
en que escritos están mi nombre de hombre,
un rincón de la tierra… y un momento…
Mi nombre todavía caminante,
por cansados caminos de mis huesos,
y que en la última paz de sus cenizas
quiere olvido de humano apagamiento…
El rincón de la tierra que me aguarda,
¡oh, leopardo de brumas en acecho!,
y el instante de Dios en que yo deba
como todos los muertos estar muerto.
¡No descifro tu duro jeroglífico,
pero, voy, paso a paso, hacia tu encuentro,
peregrino en esfera silenciosa
de que marque el horario mi hora cero,
en que iré, entre bajel de ciega alondra,
helado corazón de antiguos ecos,
llenas las manos de difuntas rosas
por tu ancho río de jazmines negros…!
LAS PALABRAS
No me gaste las palabras
No cambie el significado
Mire que lo que yo quiero
Lo tengo bastante claro.
Si usted habla de progreso
Nada mas que por hablar
Mire que todos sabemos
Que adelante no es atrás.
Sí esta en contra de la violencia
Pero nos apunta bien,
Si la violencia va y vuelve
No se me queje después.
Si usted pide garantías
Solo para su corral
Mire que el pueblo conoce
Lo que hay que garantizar
No me gaste las palabras
No cambie su significado
Mire que lo que yo quiero
Lo tengo bastante claro.
Si habla de paz pero tiene
Costumbre de torturar
Mire que hay para ese vicio
Una cura radical.
Si escribe Reforma Agraria
Pero solo en el papel
Mire que si el pueblo avanza
La tierra viene con él.
Si esta entregando el país
Y habla de soberanía
Quien va a dudar que Usted es
SOBERANA PORQUERIA.
No me gaste las palabras
No cambie su significado
Mire que lo que yo quiero
Lo tengo bastante claro.
No me ensucie las palabras
No les quite su sabor
Y límpiese bien la boca
Si dice REVOLUCION.
LAS PALABRAS
No me gaste las palabras
No cambie el significado
Mire que lo que yo quiero
Lo tengo bastante claro.
Si usted habla de progreso
Nada mas que por hablar
Mire que todos sabemos
Que adelante no es atrás.
Sí esta en contra de la violencia
Pero nos apunta bien,
Si la violencia va y vuelve
No se me queje después.
Si usted pide garantías
Solo para su corral
Mire que el pueblo conoce
Lo que hay que garantizar
No me gaste las palabras
No cambie su significado
Mire que lo que yo quiero
Lo tengo bastante claro.
Si habla de paz pero tiene
Costumbre de torturar
Mire que hay para ese vicio
Una cura radical.
Si escribe Reforma Agraria
Pero solo en el papel
Mire que si el pueblo avanza
La tierra viene con él.
Si esta entregando el país
Y habla de soberanía
Quien va a dudar que Usted es
SOBERANA PORQUERIA.
No me gaste las palabras
No cambie su significado
Mire que lo que yo quiero
Lo tengo bastante claro.
No me ensucie las palabras
No les quite su sabor
Y límpiese bien la boca
Si dice REVOLUCION.
¡Avanti!
Para Don Félix J. Tettamanti
Si te postran diez veces te levantas
Otras diez, otras cien, otras quinientas...
No han de ser tus caídas tan violentas
Ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas
Asimilan el humus avarientas,
Deglutiendo el rencor de las afrentas
Se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
Nada más necesita la criatura,
Y en cualquier infeliz se me figura
Que se rompen las garras de la suerte...
¡Todos los incurables tienen cura
Cinco segundos antes de la muerte!
¡Piú avanti!
No te des por vencido, ni aun vencido,
No te sientas esclavo, ni aun esclavo;
Trémulo de pavor, piénsate bravo,
Y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido,
Que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo;
No la cobarde intrepidez del pavo
Que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora,
O como Lucifer, que nunca reza,
O como el robledal, cuya grandeza
Necesita del agua y no la implora...
¡Que muerda y vocifere vengadora,
Ya rodando en el polvo tu cabeza!
¡Molto piú avanti!
Los que vierten sus lágrimas amantes
Sobre las penas que no son sus penas;
Los que olvidan el son de sus cadenas,
Para limar las de los otros antes;
Los que van por el mundo delirantes,
Repartiendo su amor a manos llenas,
Caen, bajo el peso de sus obras buenas
Sucios, enfermos, trágicos..., ¡sobrantes!
¡Ah! ¡Nunca quieras remediar entuertos!
¡Nunca sigas impulsos compasivos!
¡Ten los garfios del odio siempre activos,
Y los ojos del Juez siempre despiertos!...
¡Y al echarte en la caja de los muertos,
Menosprecia los llantos de los vivos!
¡Molto piú avanti ancora!
El mundo miserable es un estrado
Donde todo es estólido y fingido,
Donde cada anfitrión guarda escondido
Su verdadero ser, tras el tocado.
No digas tu verdad ni al más amado;
No demuestres temor ni al más temido;
No creas que jamás te hayan querido
Por más besos de amor que te hayan dado.
Mira cómo la nieve se deslíe
Sin que apostrofe al sol su labio yerto,
Cómo ansía las nubes el desierto
Sin que a ninguno su ansiedad confíe...
¡Trema como el Infierno; pero ríe!
¡Vive la vida plena, pero muerto!
¡Moltissimo piú avanti ancora!
Si en vez de las estúpidas panteras
Y los férreos estúpidos leones,
Encerrasen dos flacos mocetones
En esa frágil cárcel de las fieras,
No habrían de yacer noches enteras
En el blando pajar de sus colchones,
Sin esperanzas ya, sin reacciones
Lo mismo que dos plácidos horteras;
Cual Napoleones pensativos, graves,
No como el tigre sanguinario y maula,
Escrutarían palmo a palmo su aula,
Buscando las rendijas, no las llaves...
¡Seas el que tú seas, ya lo sabes:
A escrutar las rendijas de tu jaula!
¡Vera violetta!
En pos de su nivel se lanza el río
Por el gran desnivel de los breñales;
El aire es vendaval, y hay vendavales
Por la ley del no-fin, del no-vacío;
La más hermosa espiga del estío
No sueña con el pan en los trigales;
El más noble panal de los panales
No declaró jamás: Yo no soy mío.
Y el sol, el padre sol, el raudo foco
Que fomenta la vida en la Natura,
Por fecundar los polos no se apura,
Ni se desvía un ápice tampoco...
¡Todo lo alcanzarás, solemne loco,
Siempre que lo permita tu estatura!
La yapa
Como una sola estrella no es el cielo,
Ni una gota que salta, el Océano
Ni una falange rígida, la mano,
Ni una brizna de paja, el santo suelo:
Tu gimnasia de cárcel no es el vuelo,
El sublime tramonto soberano,
Ni nunca podrá ser anhelo humano
Tu miserable, personal anhelo.
¿Qué saben de lo eterno las esperas:
De las borrascas de la mar, la gota
De puñetazos, la falange rota;
De harina y pan, la paja de las eras?
¡Detente! por piedad, pluma, no quieras
Que abandone sus armas el ilota!
Para Don Félix J. Tettamanti
Si te postran diez veces te levantas
Otras diez, otras cien, otras quinientas...
No han de ser tus caídas tan violentas
Ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas
Asimilan el humus avarientas,
Deglutiendo el rencor de las afrentas
Se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
Nada más necesita la criatura,
Y en cualquier infeliz se me figura
Que se rompen las garras de la suerte...
¡Todos los incurables tienen cura
Cinco segundos antes de la muerte!
¡Piú avanti!
No te des por vencido, ni aun vencido,
No te sientas esclavo, ni aun esclavo;
Trémulo de pavor, piénsate bravo,
Y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido,
Que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo;
No la cobarde intrepidez del pavo
Que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora,
O como Lucifer, que nunca reza,
O como el robledal, cuya grandeza
Necesita del agua y no la implora...
¡Que muerda y vocifere vengadora,
Ya rodando en el polvo tu cabeza!
¡Molto piú avanti!
Los que vierten sus lágrimas amantes
Sobre las penas que no son sus penas;
Los que olvidan el son de sus cadenas,
Para limar las de los otros antes;
Los que van por el mundo delirantes,
Repartiendo su amor a manos llenas,
Caen, bajo el peso de sus obras buenas
Sucios, enfermos, trágicos..., ¡sobrantes!
¡Ah! ¡Nunca quieras remediar entuertos!
¡Nunca sigas impulsos compasivos!
¡Ten los garfios del odio siempre activos,
Y los ojos del Juez siempre despiertos!...
¡Y al echarte en la caja de los muertos,
Menosprecia los llantos de los vivos!
¡Molto piú avanti ancora!
El mundo miserable es un estrado
Donde todo es estólido y fingido,
Donde cada anfitrión guarda escondido
Su verdadero ser, tras el tocado.
No digas tu verdad ni al más amado;
No demuestres temor ni al más temido;
No creas que jamás te hayan querido
Por más besos de amor que te hayan dado.
Mira cómo la nieve se deslíe
Sin que apostrofe al sol su labio yerto,
Cómo ansía las nubes el desierto
Sin que a ninguno su ansiedad confíe...
¡Trema como el Infierno; pero ríe!
¡Vive la vida plena, pero muerto!
¡Moltissimo piú avanti ancora!
Si en vez de las estúpidas panteras
Y los férreos estúpidos leones,
Encerrasen dos flacos mocetones
En esa frágil cárcel de las fieras,
No habrían de yacer noches enteras
En el blando pajar de sus colchones,
Sin esperanzas ya, sin reacciones
Lo mismo que dos plácidos horteras;
Cual Napoleones pensativos, graves,
No como el tigre sanguinario y maula,
Escrutarían palmo a palmo su aula,
Buscando las rendijas, no las llaves...
¡Seas el que tú seas, ya lo sabes:
A escrutar las rendijas de tu jaula!
¡Vera violetta!
En pos de su nivel se lanza el río
Por el gran desnivel de los breñales;
El aire es vendaval, y hay vendavales
Por la ley del no-fin, del no-vacío;
La más hermosa espiga del estío
No sueña con el pan en los trigales;
El más noble panal de los panales
No declaró jamás: Yo no soy mío.
Y el sol, el padre sol, el raudo foco
Que fomenta la vida en la Natura,
Por fecundar los polos no se apura,
Ni se desvía un ápice tampoco...
¡Todo lo alcanzarás, solemne loco,
Siempre que lo permita tu estatura!
La yapa
Como una sola estrella no es el cielo,
Ni una gota que salta, el Océano
Ni una falange rígida, la mano,
Ni una brizna de paja, el santo suelo:
Tu gimnasia de cárcel no es el vuelo,
El sublime tramonto soberano,
Ni nunca podrá ser anhelo humano
Tu miserable, personal anhelo.
¿Qué saben de lo eterno las esperas:
De las borrascas de la mar, la gota
De puñetazos, la falange rota;
De harina y pan, la paja de las eras?
¡Detente! por piedad, pluma, no quieras
Que abandone sus armas el ilota!
Himno Nacional del Ecuador
Salve Oh Patria, ¡mil veces!¡Oh Patria! ¡Gloria a ti! ¡Gloria a ti!Ya tu pecho, tu pecho rebosa.Gozo y paz, ya tu pecho rebosa;y tu frente, tu frente radiosa,más que el sol contemplamos lucir.Y tu frente, tu frente radiosa,más que el sol contemplamos lucir.
ESTROFAS
I
Indignados tus hijos del yugo
que te impuso la ibérica audacia,
de la injusta y horrenda desgracia
que pesaba fatal sobre ti,
santa voz a los cielos alzaron,
voz de noble y sin par juramento,
de vengarte del monstruo sangriento,
de romper ese yugo servil.
II
Los primeros los hijos del suelo
que soberbio el Pichincha decora
te aclamaron por siempre señora
y vertieron su sangre por ti.
Dios miró y aceptó el holocausto,
y esa sangre fue germen fecundode
otros héroes que atónito el mundo
vio en tu torno a millares surgir.
III
De estos héroes al brazo de hierro
nada tuvo invencible la tierra,
y del valle a la altísima sierra
se escuchaba el fragor de la lid;
tras la lid la victoria volaba,
libertad tras el triunfo venía,
y al león destrozado se oía
de impotencia y despecho rugir.
IV
Cedió al fin la fiereza española,
y hoy, oh Patria, tu libre existencia
es la noble y magnífica herencia
que nos dio, el heroísmo feliz;
de las manos paternas la hubimos,
nadie intente arrancárnosla ahora,
ni nuestra ira excitar vengadoraquiera,
necio o audaz, contra sí.
V
Nadie, oh Patria, lo intente.
Las sombras de tus héroes gloriosos nos miran,
y el valor y el orgullo que inspiran
son augurios de triunfos por ti.
Venga el hierro y el plomo fulmíneo,
que a la idea de guerra y venganza
se despierta la heroica pujanza
que hizo al fiero español sucumbir.
VI
Y si nuevas cadenas prepara
la injusticia de bárbara suerte,
gran Pichincha! prevén tú la muerte
de la Patria y sus hijos al fin;
Hunde al punto en tus hondas entrañas
cuanto existe en tu tierra el tirano
huelle solo cenizas y en vano
busque rastro de ser junto a ti.
MI TUMBA
Cuando yo expire, a la empinada sierra
transportad mi cadáver y en la cumbre,
no lo arrojéis debajo de la tierra,
sino encima... del sol bajo la lumbre.
Donde me cante el impetuoso viento
sus largos de profundis y mi caja
mortuoria sea un risco, el firmamento
mi capilla y la nieve mi mortaja.
En donde para honrar el mustio rastro
de lo que fui, cuando en la vida estuve,
tenga por cirio funeral, un astro
y por incienso místico, una nube.
Donde para que rabien los humanos
que arrastran sus envidias por el suelo,
me devoren, en vez de los gusanos,
los buitres y las águilas del cielo.
Julio Flores